jueves, 11 de octubre de 2012

Jean Cocteau



"Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú"


JEAN COCTEAU (5 de julio de 1889 - 11 de octubre de 1963)





Jean Cocteau, poeta, novelista, dramaturgo, pintor, diseñador, crítico y cineasta francés.

Jean Maurice Eugène Clément Cocteau nació el 5 de julio de 1889 en Maisons-Laffitte, una pequeña ciudad cerca de París. Hijo de Georges Cocteau y de Eugénie Lecomte, fue el menor tras Marthe (12 años) y Paul (8 años).

En 1898 Georges Cocteau, rentista hijo de abogados, se suicidó disparándose una bala en la cabeza. Esto, junto con el posterior traslado de Marthe y Paul al hogar de sus abuelos, hizo que Eugénie Lecomte fuera una madre sobreprotectora con el pequeño Jean.

En 1900 ingresó en el Lycée Condorcet, del que fue expulsado por indisciplina en el año 1904. En 1906 ingresó en el Lycée Fénelon, donde nunca logró un rendimiento regular, por culpa de su poco interés.

En 1908, Édouard de Max, fanático de la poesía del joven Cocteau, lo presentó en una Matinée Poética en el Théâtre Fémina, donde no dudó en declararlo como un joven prodigio de la poesía. Así, un año más tarde, publicó su primera compilación poética, La lampe d'Aladin. En 1909 se trasladó a su nueva residencia, en la rue d'Anjou de París, junto con su madre. Este mismo año, tuvo una fugaz relación con la comediante Madeleine Carlier.

En el año 1909, gracias a su amistad con Serguei Diaghilev y a la revelación de los Ballets Rusos, Jean Cocteau ingresó al círculo del ballet y el teatro.

La muerte súbita de Raymond Radiguet, gran compañero de Cocteau, el 12 de diciembre de 1923 afectó terriblemente al poeta, que llegó a declarar: «ya no escribiré». Desesperado, Cocteau comienza a dedicarse al opio. A pesar de numerosas curas de desintoxicación, consumirá droga hasta el final de su vida.

En 1930 realizó su primera película: La sangre de un poeta. Cocteau fue hospitalizado durante 40 días debido a un ataque de fiebre tifoidea. Durante 1932 mantuvo una relación con Nathalie Paley, hija de un gran duque Romanov. Quedó embarazada, pero abortó debido a la intervención de Marie-Laure de Noailles, quien de joven había amado a Cocteau y se había propuesto arruinar su nueva relación. Durante el transcurso del año 1933, mantuvo una fugaz relación con Marcel Khill, quién falleció en 1940.

En 1943 falleció su madre, Eugénie Lecomte. En 1945 grabó la película La Belle et la Bête, con su pareja más duradera, Jean Marais, cuya relación, iniciada en los años 30, levantó fuertes críticas que Cocteau contrarrestó en sus ensayos contra la homofobia. Su mano derecha fue el pintor y diseñador Christian Bérard - a quien Cocteau apodaba "Bebé"- realizador de las exquisitas escenografias de La bella y la bestia, La voz humana, El águila de dos cabezas, y otras obras y que fallece en 1949 a los 47 años.

En 1947 se reencontró con Édouard Dermit, quién se convertirá a partir de entonces en su hijo adoptivo y heredero universal.

El 3 de marzo de 1955, Jean Cocteau fue nombrado miembro de la Academia francesa (l’Académie française) y en 1957 Miembro Honorario del Instituto Nacional de Artes y de Letras de Nueva York.

En 1958 falleció su hermana, Marthe Cocteau y en 1961 falleció su hermano, Paul Cocteau.

Jean Cocteau murió en Milly-la-Forêt, cerca de Fontainebleau, el día 11 de octubre de 1963, víctima de un infarto de miocardio el mismo día que Édith Piaf. La casa ha sido abierta al público, y alberga una importante colección de obras y memorabilia.(Fuente: Wikipedia)





LE SANG D'UN  POÈTE (1930, Jean Cocteau)

"La sangre de un poeta" (Le Sang d'un poète) (1930) Producción vanguardista dirigida por Jean Cocteau y financiado por Charles, Vizconde de Noailles. La fotógrafa Lee "Elizabeth" Miller, Lady Penrose, hizo su única aparición en el cine en esta película, también cuenta con la aparición de la famosa trapecista Barbette. Se trata de la primera parte de la la Trilogía órfica, que continúa en "Orfeo" (1950) y concluyó con "El testamento de Orfeo" (1960).

Jorge Luis Borges por él mismo

Jorge Luis Borges - Argentina (1899-1986)


Frases de este sensacional escritor argentino:

"Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente."

"Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón."

"Yo siempre seré el futuro Nóbel. Debe ser una tradición escandinava."

"¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad."

"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso."

"Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo."

"Biografías: Son el ejercicio de la minucia, un absurdo. Algunas constan exclusivamente de cambios de domicilio."

"Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos."

"Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística."

"Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la  refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez."

"Dólares: Son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño."

"El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto."

"El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".

"El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez."

"El tiempo es la materia de la que he sido creado."

"Estoy solo y no hay nadie en el espejo."

"Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas."

"Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón."

"Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos."

"He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz."

"He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma."

"He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola."

"La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica."

"La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible."

"La duda es uno de los nombres de la inteligencia."

"La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí."

"La Historia Universal es la de un solo hombre."

"La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido."

"La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene."

"La paternidad y los espejos son abominables porque multiplican el número de los hombres."

"La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa."

"Las tiranías fomentan la estupidez."

"Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy."

"Nadie es patria, todos lo somos."

"No eres ambicioso: te contentas con ser feliz."

"No he cultivado mi fama, que será efímera."

"No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición."

"Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica."

"Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia."

"Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?"

"Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno."

"Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído."

"Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas."

"Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones."

"Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas."

"Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos."

"Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas."

"Es un amor así, celoso."

"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca."

"Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece."

"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos."

"Soñar es la actividad estética más antigua."

"Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas."

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única."

"Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído."

"Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos."

"Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara."

Cineclásicajazz Pizcadelodemás

William Shakespeare.- Julio César



" Si hubiese alguno en esta asamblea que profesara entrañable amistad a César, a él le digo que el afecto de Bruto por César no era menor que el suyo. Y si entonces ese amigo preguntase por qué Bruto se alzó contra César, esta es mi contestación: «No porque amaba a César menos, sino porque amaba a Roma más.» ¿Preferiríais que César viviera y morir todos esclavos, a que esté muerto César y todos vivir libres? Porque César me apreciaba, le lloro; porque fue afortunado, le celebro; como valiente, le honro, pero por ambicioso, le maté. Lágrimas hay para su afecto, júbilo para su fortuna, honra para su valor, muerte para su ambición. ¿Quién hay aquí tan abyecto que quiera ser esclavo? ¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! ¿Quién hay aquí tan estúpido que no quiera ser romano? ¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! ¿Quién hay aquí tan vil que no ame a su patria? ¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido! Aguardo una respuesta.
Y aún añadirá:
Con esto me despido; que igual que he matado a mi mejor amigo por la salvación de Roma, tengo el mismo puñal para mí mismo cuando plazca a mi patria necesitar mi muerte. "



“Si tenéis lágrimas, preparaos a derramarlas. Todos conocéis este manto.Recuerdo la primera vez que César se lo puso. Era una tarde de verano, en su tienda, el día que venció a los nervos. ¡Mirad: por aquí penetró el puñal de Casio! ¡Ved que brecha abrió el envidioso Casca! ¡Por esta otra le apuñaló su muy amado Bruto! Y al retirar su maldito acero, observad como la sangre de César lo siguió, como si abriera de par en par para cerciorarse si Bruto, malignamente, la hubiera llamado.Porque Bruto, como sabéis, era el ángel de César. ¡Juzgad, oh dioses, con que ternura le amaba César! ¡Ese fue el golpe más cruel de todos, porque cuando el noble César vio que él lo apuñalaba, la ingratitud, más fuerte que las armas de los traidores, lo aniquiló completamente. Entonces estalló su poderoso corazón, y, cubriéndose el rostro con el manto, el gran César cayó a los pies de la estatua de Pompeyo, al pie de la cual se desangró...¡Oh qué funesta caída, conciudadanos! En aquel momento, yo, y vosotros, y todos, caímos, mientras la sangrienta traición nos sumergía. Ahora lloráis, y me doy cuenta que empezáis a sentir piedad. Esas lágrimas son generosas. Almas compasivas: ¿por qué lloráis, si sólo habéis visto la desgarrada túnica de César?
Mirad aquí. Aquí está, desfigurado, como veis, por los traidores.”

Ingrid Bergman y Roberto Rosellini

 
Recordando algunas parejas curiosas que se han dado en el cine, como aquella de la espectacular Sofía Loren con el chiquitín de Carlo Ponti, que siempre me evoca aquella frase que tanto utiliza mi padre de "mucho barco para tan poco marinero"; o la de otra maggioratta, la Silvana Mangano (Arroz amargo, Anna...) con el productor Dino de Laurentis, me vino a la memoria aquella pequeña pero preciosa y significativa carta con la que Ingrid Bergman descubría su admiración o algo más por Roberto Rossellini.

Poco a poco la relación se mostraba como un amor que estaba a punto de entrar en erupción y que encontró su liberación en la volcánica "Stromboli" en la que el director pudo por fin abrazar a su nueva musa. El escándalo en los Estados Unidos fue increíble, la persecución de los paparazzi agotadora. Durante el rodaje Ingrid quedó embarazada del primer hijo de esta relación, Roberto, y entonces el escandalo subio algunos peldaños más. Hay que recordar que ambos estaban casados. Ingrid Bergman recibió críticas de la Iglesia Luterana sueca y de la Catolica y algunos hasta le mandaban cartas diciendo que debia ser quemada como las brujas. La misma Berman lo cuenta en sus memorias:

“Me llegaban cartas atroces, cada sobre iba lleno de odio. En algunas ponía que yo ardería en el infierno por toda la eternidad. Otras decían que era una agente del diablo y que mi pequeño era hijo del diablo. Y aún otras que mi bebé nacería muerto o sería jorobado. Hablaban de toda clase de horrorosas deformaciones que afectarían a mi hijo. Me llamaban puta y fulana. No podía creer que me odiara tanta gente. Al margen de lo que pensaran sobre mi vida, se trataba de mi vida privada, y yo no le había hecho nada. Estaba en estado de shock. Llegaban cartas de todas partes, pero la mayoría de América. América es muy grande, así que había gente para escribir cartas de todas clases. Roberto me preguntaba por qué las leía si me afectaban tanto. Decía que era como leer reseñas de críticos q quienes nunca les gusta tu trabajo. ¿Qué sentido tiene? Yo le respondía que era el único modo para encontrar cartas de amigos que me animaban y me apoyaban”

Pero era un camino sin retorno. La Bergman abandonó todas las comodidades de un Hollywood que ya tenía rendido a sus pies por una Italia de postguerra en la que había carencias de todo. No sólo abandono por Rossellini esas comodidades, sino también a su hija y a su anterior esposo. Después vendrían "Europa 1951" y "Te querré siempre", un título en el que se podría encontrar algún eco de despedida ya que tras casarse en 1950 terminaron por separarse siete años después. No sin dejarnos a esa belleza de Isabella Rosellini, una de las hijas de ambos y hermana gemela de Isotta.

La carta a la que me refiero y con la que empezó el romance, asi como la contestación, aun un tanto incrédula y un poco conservadora de Rossellini son las siguientes:

"Mayo, 1948

Estimado señor:

Vi sus películas Ciudad abierta y Paisá, que me gustaron muchísimo. Si necesita a una actriz sueca que habla muy bien inglés, que no ha olvidado su alemán, que no es muy comprensible en francés y que en italiano sólo sabe decir "ti amo" estoy lista para ir a hacer una película con usted.

Ingrid Bergman"

Roberto Rosselini le contesta:

"Fue para mí una gran emoción recibir su carta que el azar quiso me llegara el día de mi cumpleaños y fue el mejor regalo. Créame, que soñaba con filmar una película con usted y a partir de este momento voy a hacer todo lo posible. Le escribiré una carta para someterle mis ideas. Con mi admiración, reciba usted la expresión de mi gratitud y de mis mejores sentimientos.

Roberto Rossellini"

Habría otras cartas menos famosas como estas que completan el inicio del romance:

12 de marzo de 1949

Telefoneé diez veces diarias como una tonta. (...) También es una tontería telefonear a un hotel que se halla en íntimo contacto con la prensa. Descubrí a mi regreso de las montañas que se ha escrito demasiado sobre nosotros. Se dice que mi matrimonio (con Peter Linds) ha fracasado y que de ahora en adelante usted hará todas mis películas. Se rumora que le seguí a Nueva York: un nuevo triángulo dramático ha surgido en Hollywood. Y así, por el estilo, se expresa la prensa sensacionalista. Como ello me apena, no quiero echar más leña al fuego con conferencias telefónicas cotidianas. Entiéndame y ayúdeme.
(...) Todo el mundo me pregunta qué hay entre nosotros dos. Por eso, me encerré en mi habitación a contemplar su fotografía. Aún lo sigo haciendo.

Ingrid
 ..........................​.............
 Todo arreglado. Soy muy feliz. Ansioso por estos tres largos días. Voy a Nápoles a preparar film. Mis señas Hotel Excelsior. Vuelvo Roma sábado. Dios, Dios.

Roberto


Loren, la Mangano, la Bergman…¿Qué tendrán estos italianos?

Carta de Paul Eluard a Gala


Paul Eluard y Gala, en una foto de André Breton


Mi hermosa pequeña dorogaia, Miércoles


No estoy al corriente de lo que sucedió el lunes por la noche. Pero he sido informado de las decisiones que querían tomar, de las propuestas de exclusión de Dalí. ¿Cómo puede éste, sabiendo que ninguno de nosotros puede tolerar en absoluto su punto de vista, insistir en defender esa causa perdida? Sea cual fuere el punto de vista que adopte Dalí, el hitlerismo representa para mí todo lo que hay de odioso en el mundo. No puedo soportar un sólo instante que se sostenga que el internacionalismo es cristiano. Esa paradoja es propia de asnos. Piense lo que piense Dalí el fascismo, todos los fascismos defienden la patria, la familia y la religión. Las teorías racistas sólo están ahí para idealizar una causa tan baja. El único filósofo en que se basan es el lamentable Gobinau (te aconsejo la lectura del último número de la N.R.F., consagrado a él. ¡Qué miseria, qué inmundicia!).

En fin, como Dalí insiste y yo estimo que:
l.° Será demasiado agradable para los fascistas tener un defensor como Dalí.
2.° Que esta obstinación es una verdadera traición (objetivamente dará, por ejemplo, la razón a Aragon), ayer envié mi voto a Breton para que en el futuro disponga de él como mejor parezca.

No puedo oír sin encolerizarme semejante reto a todo lo que siempre he creído.

Mi pequeña Gala hermosa, tampoco se te oculta que no puedo pensar en esta separación, quizá ya consumada, sin una inmensa tristeza, pues temo que complique nuestras relaciones, ya tan raras. Ayer me levanté, me paseé durante horas con tu fantasma. Tú has hecho mi juventud, has hecho mi vida.

Te amo. Tuyo para siempre.


Paul


Y no voy a cambiar en vísperas del fascismo en Francia.



Paul Celan.- Fuga de Muerte




Negra leche del alba la bebemos al atardecer
la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche
bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus
mastines
silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra
ordena tocad para la danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no
se yace estrechamente en él
Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad
empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules
cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la
danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer
bebemos y bebemos
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes
Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro
venido de Alemania
grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como
humo en el aire
y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de
Alemania
te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules
te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido
de Alemania
tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita

De "Amapola y memoria" 1952
Versión de José Ángel Valente

La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974)



Según Tobe Hooper, la idea de incluir una motosierra en una película de terror surgió cuando se encontraba en una tienda llena de gente, mientras pensaba en una manera de hacerse camino a través la multitud. Hooper decidió filmar la película a comienzos de los años 70, cuando trabajaba como docente en la Universidad de Austin y como camarógrafo de documentales. Uno de los principales temas que decidió tocar en la cinta fue el aislamiento. The Texas Chain Saw Massacre está basada en los crímenes cometidos durante los años 50 por el asesino en serie Ed Gein en Wisconsin. Gein ha sido la inspiración para numerosas películas, como Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, Three on a Meathook (1972) de William Girdler y The Silence of the Lambs (1991) de Jonathan Demme. El guion de la película fue escrito por Hooper y Kim Henkel en aproximadamente tres semanas.
 
 
 
 
Sólo una pequeña parte de los actores contratados había trabajado con anterioridad en alguna película. El reparto consistía mayoritariamente en actores de Texas cuya única experiencia eran papeles en comerciales, televisión o teatro, mientras que el resto eran conocidos de Hooper. Su trabajo en The Texas Chain Saw Massacre permitió que varios participaran en otras producciones cinematográficas. Marilyn Burns, protagonista de la cinta, había aparecido en algunas obras de teatro, y mientras estudiaba en la Universidad de Texas en Austin, se unió a la comisión cinematográfica de esta.  Teri McMinn era una estudiante y trabajaba con varias compañías de teatro, incluyendo el Dallas Theater Center. Henkel vio una fotografía de McMinn en el periódico Austin American-Statesman, y se contactó con ella para una audición.
 
El actor de origen islandés Gunnar Hansen fue escogido para el rol de Leatherface. Mientras pensaba en los rasgos del personaje, Hansen decidió que Leatherface tendría un retraso mental, lo cual sería la causa de su dificultad para hablar. Hansen visitó un centro de discapacitados mentales para poder estudiar sus gestos y posteriormente adaptarlos al personaje. La relación entre él y los demás actores fue distante, debido a que ellos querían estar verdaderamente asustados al momento de rodar las escenas. En una entrevista, Hansen se refirió al rodaje de la película diciendo: «Había cerca de 35 a 38 grados de temperatura mientras filmábamos en el día. No lavaron mi traje ya que temían que se estropeara, o que cambiara de color. No había dinero ni siquiera para un segundo traje. Así que tuve que usar la máscara durante 12 o 16 horas al día, siete días a la semana, durante un mes».
 
La película fue filmada en las ciudades de Austin, Round Rock y Bastrop, ubicadas en el estado de Texas. El rodaje tuvo una duración de cuatro semanas, entre el 15 de julio y el 14 de agosto de 1973. Tanto los actores como el equipo de filmación consideraron duras las condiciones del lugar. La temperatura durante las escenas era alta, alcanzando 36 °C el 26 de julio; la temperatura más baja registrada fue de 28,3 °C el día 31 del mismo mes. Las ventanas de la casa fueron tapadas durante el rodaje, debido a que las escenas estaban ambientadas en la noche. La cámara utilizada en la película fue una Eclair NPR de 16 mm,  y la película con que las escenas fueron filmadas requería de una luz cuatro veces más potente de lo normal.
 
Debido a su bajo presupuesto, el equipo de rodaje debió trabajar siete días a la semana, entre 12 a 16 horas al día, lidiando además con una alta humedad. Gran parte de las escenas fueron realizadas en una granja decorada con muebles hechos de huesos de animales, los cuales fueron posteriormente cubiertos con látex para dar una apariencia de piel humana. Para completar la escena, el director de arte Robert A. Burns recorrió varios lugares en busca de huesos y animales en estado de descomposición, utilizados para cubrir el suelo de la casa. La casa de Leatherface y su familia corresponde a una granja que estaba ubicada en Quick Hill Road, cerca de la ciudad de Round Rock. En 1998 la casa fue trasladada a Kingsland y transformada en un restaurante.
 
Los efectos especiales de la película fueron simples y limitados debido al bajo presupuesto con que contaban. La sangre utilizada en una de las escenas fue real, en la escena donde Leatherface alimenta al abuelo. El equipo tuvo dificultades para que la sangre falsa saliera del cuchillo de utilería, por lo que cortaron el dedo de Burns con una navaja. La escena donde Leatherface ataca a Kirk con la motosierra tuvo algunas dificultades durante su rodaje; Hansen le advirtió al actor William Vail que se mantuviera quieto, ya que tenía algunos problemas para manejar el arma con precisión. Al momento de filmar la escena, la motosierra pasó a escasos centímetros de la cara de Vail



Steve McQueen, un actor "cool"




Pocos actores han sido capaces de traspasar con su mirada la pantalla como Steve McQueen(24 de marzo de 1930, Beech Grove - 7 de noviembre de 1980, Ciudad Juárez) . Un auténtico icono universal. Amado por las mujeres y admirado por los hombres. Idealizado después de su trágica y temprana pérdida con sólo cincuenta años por culpa de un maldito cáncer.
McQueen devol
vió la pose de rebelde a la industria del Cine y redefinió por siempre el concepto de lo cool.
De Steve McQueen cuentan sobre todo que tenía dos grandes pasiones; las mujeres y los coches. Estando casado tres veces, el matrimonio de Queen que más polémica desató fue su segundo enlace con la también actriz Ali MacGraw (una mujer de una belleza perturbadora, de esas que harían perder la cabeza a cualquier hombre que se le pusiera delante) y es que la forma en como se fraguó su enlace merece ser recordada:

Ambos se conocieron durante el rodaje en El Paso (Texas) de La Huida (ese clásico atemporal de Sam Peckinpah). Lo curioso del asunto, por llamarlo de algún modo es que cuando iniciaron su romance (al poco de comenzar el rodaje del film, en donde ambos compartían la mayoría de escenas) es que los dos estaban casados. El con su primera esposa Neile Adams y ella con Robert Evans (productor, ex-actor, playboy y alma mater por aquellos años de la Paramount, para la cual produjo films de la talla de Love Story, El Padrino, Chinatown o Marathon Man). El primero de los dos cónyuges que se enteró del romance entre ambos fue Evans.
McQueen era un confeso adicto a la adrenalina, amante de los deportes de riesgo, habitual prácticamente de artes marciales (fue amigo de Bruce Lee, incluso llego a entrenar con él y estuvo presente en su funeral en 1973). Pero sobre todo lo que le hacia perder la cabeza eran los coches (tenia una amplia colección de todos los modelos) y las motos.
Durante el rodaje de La Gran Evasión se empeñó en hacer el mismo las escenas de riesgo a bordo de la moto BMW que en un determinado momento su (memorable) personaje roba a los nazis. Si bien solo acabo rodando los primeros planos de la misma (debido a que los productores y aseguradoras se negaron en rotundo a que hiciera las tomas de riesgo), McQueen se pudo quitar la espinita cuando el director John Sturges le ofreció la posibilidad de ser uno de los perseguidores de su personaje, cuyas acrobacias eran de menor riesgo que las suyas. Así finalmente en dicha persecución tenemos doble presencia del King of Cool (apodo con el que se conocía popularmente al actor).

No contento con su pequeño aperitivo, McQueen se propuso producir & protagonizar su propio film sobre carreras de coches. Su titulo, Las 24 Horas de Le Mans (1971). La cinta no pasa de ser un vehículo para el lucimiento y la diversión del actor. McQueen se encaprichó en controlar en exceso todos los aspectos del film, lo que llevó a directores del nivel de John Sturges o John Frankerheimer a desentenderse del mismo. Al final lo firmó un auténtico desconocido del oficio como Lee H. Katzin. Katzin no fue más que una marioneta a las órdenes de la estrella de la función. A pesar de tener un punto de partida novedoso y con muchas posibilidades la cinta no pasa de ser una curiosidad /capricho de estrella.

Otra anécdota que vincula a McQueen con la velocidad no es tan agradable, y fue la que le unió con el director Roman Polanski. Según relata el firmante de La Semilla del Diablo, durante un fin de semana en Palm Springs y pasando unos días de relax en el rancho propiedad de Frank Sinatra (que por aquel entonces aún estaba casado con Mia Farrow y que también era gran amigo de McQueen) conoció a McQueen el cual se ofreció a llevarle a él, a su mujer Sharon Tate y la misma Farrow a dar un paseo por las dunas a bordo del Land Roover propiedad de McQueen.
Cuando este ultimo llegó con el vehículo al lugar en donde estaban los tres, Polanski dice que empezó a temerse lo peor cuando vio que el poderoso todo-terreno llevaba ruedas de avión (¿?). McQueen invitó a Polanski y su esposa a pasar a la parte de atrás, en donde había colocado unos colchones para que se asentaran cómodamente, Farrow se colocó en el asiento del copiloto. Así las cosas empezó el improvisado Rally de McQueen (siempre según los hechos narrados por Polanski) que comenzó a correr a toda velocidad por en medio de una oscuridad absoluta entre masas de arbustos y por encima de tremendos montículos desde donde el coche era lanzado hacia el vacío, en lo que este describe como la sensación de volar a ciegas a través de una tormenta de arena.
Al cabo de un rato de la travesía comenzaron a escucharse risitas infantiles, pero luego Polanski al oír el relato de las damas, llegó a la conclusión de que en realidad eran gritos de pánico. Aun así, el director no le dijo absolutamente nada a la estrella (pensando que puesto que era un viejo amigo de Mia y Sharon, no quería dejarlo en mal lugar en presencia de ambas) pero más tarde el ver los moratones que la escapadita por las dunas había producido en el cuerpo de Sharon, este se convenció de que McQueen era un auténtico imbécil.
Esto sin embargo, no fue obstáculo para que Sharon Tate (aprovechando que su marido no se encontraba en el país) invitara unos años más tarde a McQueen a su casa, con motivo de una fiesta organizada por el peluquero de las estrellas (y a la vez amante de Tate) Jay Sebring. Da la casualidad de que en último momento McQueen no pudo asistir a la fiesta (las malas lenguas hablan de que le surgió un ligue de última hora). Sea esto verdad o no, lo cierto es que McQueen debió de sentirse renacer al día siguiente, puesto que en esa misma fiesta y esa misma noche, el (tristemente) celebre Charles Manson llevó a cabo una matanza en la casa donde tuvo lugar la fiesta. Matanza que pasó a la posteridad y conmocionó a Hollywood y al mundo. Tal tragedia se cobró siete vidas. A partir de aquel suceso McQueen se compró un arma para su protección.
Uno de los peores y más escandalosos titulares que dio McQueen fue cuando fue detenido por la policía.Los motivos nunca fueron demasiado claros. Según algunas fuentes, la detención de McQueen pudo ser por conducir a alta velocidad o por estar en posesión de marihuana y cocaína. De todos modos, el hecho quedó como una anécdota, y un paso más allá del propio actor en agrandar su leyenda de chico rebelde.

En líneas generales Steve McQueen siempre supo lidiar bien con el estrellato y nunca dio pie a escándalos, más allá de sus amoríos. Si bien, en diversos momentos de su carrera se le pudo acusar de divo (ser el hombre más deseado del planeta tiene sus peros) siempre fue un actor muy respetuoso con sus co
mpañeros de reparto (revisó el guión de El Coloso en llamas y exigió que recortaran sus líneas de dialogo para que fueran las mismas que las de Newman porque no quería ventajas artísticas, puesto que confiaba muy seriamente en sus posibilidades interpretativas para brillar por encima del primero por si solo). Además nunca rehusó compartir pantalla con actores mejor considerados en el terreno interpretativo (ahí están como muestras sus co-protagonismos con Yul Brynner, Eli Wallach, James Coburn, Dustin Hoffman o Richard Farnsworth entre muchos otros).

Debido a su posición de privilegio en la industria Steve McQueen era siempre una de las primeras opciones para los grandes papeles en los films con pretensiones. Así fue como durante años labró una carrera de éxitos y cintas de indiscutible calidad (a pesar de ser un actor con un talento menor a contemporáneos como Paul Newman, Kirk Douglas o Marlon Brando). Papeles en films que no acabó haciendo por unos motivos u otros los hay de todos los géneros. A continuación repasaremos algunos de ellos y los motivos por los cuales no pudo interpretarlos:

1º.-Antes de co-protagonizar El Coloso en llamas estuvo a punto de ser compañero de armas con Paul Newman en Dos Hombres y un Destino (1969). Finalmente no pudo ser y el papel cayó en manos de Robert Redford. En 1974 se quitaría la espina rodando el anteriormente citado film del gigantesco rascacielos en llamas. Eso si, después de firmar un contrato plagado de cláusulas (el nombre de los dos actores tenia que ser igual de grande en los títulos de crédito y promoción de la cinta, ambos tenían que tener el mismo número de escenas en pantalla) y cobrando ambos el mismo sueldo.

2º.-Rechazó entre 1975 y 1980 -su época de mayor esplendor como súper-estrella- los papeles protagonistas en Alguien Voló sobre el nido del Cuco, Encuentros en la tercera fase, Carga Maldita, Un Puente Lejano y Apocalipse Now, siendo esta la segunda vez que le decía NO a Francis Ford Coppola (antes había sido tanteado para el papel de Sonny Corleone en El Padrino).

3º.-Suya fue la idea principal para el film El Guardaespaldas, el cual se convirtió en casi una obsesión personal desde 1976 hasta la fecha de su muerte en 1980. En 1992, Kevin Costner fue el protagonista del film con Withney Houston como la co-protagonista. También estuvo a punto de comprar los derechos de la obra de David Morrell “First Blood”, que luego daría pie al film protagonizado por Sylvester Stallone y que en nuestro país se titulo Acorralado.

El Cafe Gijón: La Colmena de los tertulianos

Interior del Café Gijón
 
El Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. Se inauguró en 1888. Su propietario, el asturiano Gumersindo García (para otros Gómez), lo traspaso, en 1913, por 60.000 pesetas, a un peluquero de la calle de Ayala, el abuelo de José López, con el que el Café vivió muchos de sus años de esplendor.

Evitando los primeros años, son famosas las reuniones que alli se dieron durante y tras la guerra civil. No solo de literatos, sino tambien de poetas, pintores, la peña juridica, de toreros, fanáticos del fútbol y hasta del frontón. En la terraza del Gijón se podía ver frecuentemente a Federico García Lorca, a cuya tertulia asistía tambien el torero Ignacio Sánchez Mejías. En la terraza se podía ver a la exitosa actriz de la época Celia Gámez y en el interior del local a un joven Enrique Jardiel Poncela, a Agustín de Foxá y tantos otros. El Café era muy popular ya en 1934, a pesar de la fuerza de los cafés del centro de Madrid y de la Puerta del Sol.

La muerte de Valle-Inclán en el año 1936 dio indicios negros para los cafés de tertulias. Los integrantes de la generación del 98 estaban más bien dispersos y los de la del 27 que empezaban a despuntar no terminaban de aparecer por las tertulias, dada la difícil situación política. La Guerra Civil hizo que los tertulianos anteriores no apareciesen habitualmente, y el café se llenó de activistas y milicianos. Los asesinatos de Pedro Muñoz Seca y de Ramiro de Maeztu hicieron que las tertulias abandonaran sus actividades.

Pocas semanas después del final de la contienda y a pesar de las evidentes ausencias, empezaron a aparecer en el Gijón tertulianos famosos como Eugenio d'Ors y Enrique Jardiel Poncela, habitual del Café Castilla. Había caras nuevas que conformarán las tertulias posteriores. Apareció un grupo de jóvenes contertulios a los que se denominó «Juventud Creadora» o «garcilasistas», entre los que estaban José García Nieto, Pedro de Lorenzo, Rafael Romero, Jesús Juan Garcés, Eugenio Mediano Flórez, Salvador Pérez Valiente y otros más que se fueron incorporando poco a poco con posterioridad. Un asiduo de aquellos días era el escritor Camilo José Cela.

No menos rico es el capítulo de anécdotas, historias curiosas y sucesos chocantes. José López cuenta algunas que parecen ficción ingeniada por algún gijonadicto. «Había un señor que venía todas las mañanas en el coche con chófer y muy bien vestido. Al entrar nos saludaba amablemente a todos por nuestros nombres y se metía en los servicios. Al salir nos volvía a saludar y se marchaba sin más. Intrigado por su conducta, un camarero le preguntó a qué se debía. Impasible, el caballero respondió: "Es que si no orino en el Gijón, yo es que no orino".»

En el retablo de protagonistas, junto a los personajes históricos, no podemos olvidar a los tipos pintorescos, como "El Madriles", que cuando llevaba a Buero Vallejo al Gijón se tomaba un cazalla y compartía con el caballo del coche una lata de jamón de york. Y las figuras entrañables, como la del camarero Manolo Luna, institución del café, a quien muchos clientes acudían cuando pasaban apuros económicos. Algún pintor novel correspondió a sus préstamos con un lienzo que ha llegado a alcanzar posteriormente un insospechado valor.

A un famoso escritor le ocurrió un incidente en el Café Gijón que reafirmó la fama que gozaba de gafe. «Un día, alguien que lo reconoció se atrevió a pronunciar su nombre completo en voz alta y, al momento, se produjo una explosión de gas, precisamente en la mesa donde estaba sentado.»

«También vino durante una temporada un anciano de aspecto respetable, que se paseaba por el café, echaba un vistazo y se iba sin tomar nunca nada. Un día me confesó que hacía cuarenta años se había citado aquí con un amigo y entraba para ver si éste acudía.»

Los tertulianos del Café eran artistas y escritores que poseían un alineación con el régimen algo dudosa lo que puso al Café en situación comprometida. La ley de vagos y maleantes de aquellos años permitía arrestar a los escritores alegando «peligrosidad social». Por aquellos años se estableció la «tertulia de los poetas» a primeras horas de la tarde, de tres a seis, presidida por Gerardo Diego.

La época de posguerra era mala y muchos de los tertulianos no tenían dinero. Algunos de ellos solicitaban las comandas «a cuenta». El «cerillero» Alfonso González Pintor prestaba dinero y muchos de los escritores de la época debían dinero a este personaje colocado «estratégicamente» en el interior a la entrada del local. Otros solicitaban agua o bicarbonato, artículos gratuitos, de los que con gracia y consuelo decían: «Algo alimentará». A pesar de todo ello, el Café permanecía lleno la mayor parte del tiempo y era difícil sentarse. César González-Ruano, eterno tertuliano en el Café, y Camilo José Cela eran los asistentes asiduos durante aquellos tiempos. Las tertulias de esa época comenzaban a las tres y se prolongaban hasta las siete de la tarde. Asistían escritores, personas del teatro, oficinistas, etc.

En 1949 tomó la iniciativa un joven actor de cine y teatro llamado Fernando Fernán Gómez y creó un premio de novela en el Café con su nombre, instaurando de esta forma el premio de novela corta Café Gijón. En su primera edición, él corrió personalmente con los gastos y el premio fue a parar a César González-Ruano. A medida que iban avanzando los años cincuenta el Café se fue instaurando como el lugar de tertulias por excelencia.

La popularidad fue creciendo y pronto lo visitaban los escritores internacionales de prestigio; por ejemplo, Truman Capote visita el Café y lo recibe una delegación de escritores. Los personajes importantes de Hollywood como son Ava Gardner, Orson Welles acompañado de su amigo Joseph Cotten y, sobre todo, el actor británico George Sanders que vivió durante una temporada en Madrid. Su popularidad en aquellos tiempos hacía que muchos que querían ser famosos tuvieran que pasar por las terrazas veraniegas del Gijón.

Con el inicio de la democracia española, el Café poco a poco se fue llenando de nuevos contertulios. Una de las musas del Café Gijón de esta época fue Sandra, una mujer que presenciaba las reuniones de tertulia, animando, afirmando en voz alta ser una prostituta. El escritor y tertuliano Francisco Umbral publicó en el año 1972 La noche que llegué al Café Gijón, libro en el que expone con su visión personal la vida acaecida en el Café en los años sesenta y setenta.

En el Café Gijón todo pudo ser posible. Hasta organizar una cena underground con un maniquí como invitado de honor. Hasta tomar por cinco pesetas un café. «Hoy esto sigue siendo un buen negocio pero las cosas ya no son lo que eran», ya en 1979 decía con nostalgia uno de los camareros de la casa (el más joven, con diecisiete años de servicio). «Cada vez viene menos la gente seria y señorial de antes, aunque todavía algún viejo cliente llama a la dueña para protestar porque no han encontrado papel higiénico en los servicios o porque les han servido la jarra de agua con cinco trozos de hielo, en vez de siete, como es la costumbre.»

Por Marian Otero

Como complemento, os dejo un trocito de "La Colmena" que tiene mucho del Cafe Gijón donde tantas tardes paso su escritor Camilo José Cela: