lunes, 20 de mayo de 2013

John Updike (1932-2009)

 
 


22 Novelas, relatos cortos, poesía, ensayo, crítica literaria,… y numerosos premios (el Pulitzer en dos ocasiones), avalan a este escritor que retrató como nadie al “protestante de clase media de un pequeño pueblo norteamericano”.

Su tetralogía más famosa la protagoniza el singular personaje Harry “Conejo” Angstrom, al que acompañamos observando la evolución de su estilo (desde 1960 a 1990) y de los temas que siempre interesaron a Updike: la fe, la religión, el sexo y la muerte, entre otros.

Las brujas de Eastwick, publicada en 1984 y llevada al cine tres años más tarde, popularizó y relanzó su obra.

Fragmentos de Las brujas de Eastwick.

“Pasó el invierno. En la cámara oscura de las ventiscas nocturnas, fueron reveladas las fotos de postal de Nueva Inglaterra; el sol de la mañana las mostró en color. Las aceras no demasiado rectas de Dock Street, traspalada la nieve en algunos lugares, mostraban huellas comprimidas de pisadas, como sucias galletas azucaradas de blanco. Una mellada confusión de trozos de hielo verdoso iba y venía con las olas, golpeando los mohosos pilotes cubiertos de lapas que servían de soporte a la Bay Superette.”

“Jane repitió la fórmula en la cocina de la casita, con su amplia ventana salpicada de excrementos endurecidos de pájaros y que daba a un sucio jardín favorecido empero en este momento del año por el esplendor de dos cornejos floridos. La última luz de sol del día brillaba como un fondo de metal precioso trabajado en finas hojas entre las oscuras ramas retorcidas y, en las puntas de éstas, las flores de cuatro pétalos. Una bañera amarilla de plástico, expuesta a la intemperie durante todo el invierno, ya que se había quedado pequeña para los hijos de Jane, descansaba ligeramente inclinada al pie de uno de los árboles, reteniendo una media luna de agua sucia que había sido hielo. El césped era castaño y triste, pero salpicado de un verde nuevo. La tierra aún vivía.”

Esta entrada está tomada de la página del escritor José Manuel Pérez Padilla, que os recomiendo sin reservas que visitéis. Os dejo el enlace: http://www.facebook.com/PerezPadilla.Novelas?ref=ts&fref=ts

Maurice Chevalier y sus tres deseos

 
 

Todos tenemos la imagen de Maurice Chevalier, el famoso cantante y actor, como un viejecito adorable que vestía un oportuno canotier que acompañaba de una eterna sonrisa, pero como podemos ver en la foto tuvo una juventud ciertamente atractiva que nos hace empezar a entender la fama de galán conquistador que tenía el muchachito. El caso es que en cierta ocasión... había sido invitado a cantar en la mansión de una dama de buen ver y cuando terminó su actuación, la señora emocionada le propuso que le pidiera tres deseos y que ella haría todo lo que estuviera en su mano por cumplírselos. Maurice que ya había echado una buena visual a la damisela y suponemos que esbozando una picara sonrisa le contestó:

"Señora, sabe usted que siempre anduve admirado de su belleza, así que realmente sólo tengo un deseo…, pero ¿podría pedirle que me dejara satisfacerlo tres veces?

 
 
Maurice Chevalier cantando su famosa "Valentine"