jueves, 12 de enero de 2017

La carta de despedida de Kurt Cobain



Para Boddah

Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock'n'roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y le adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho, no los puedo engañar, a ninguno de ustedes. Simplemente no sería justo ni para mí. Simular que lo estoy pasando 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar.

A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. . Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme señor, pero no es suficiente) Soy consciente de que yo, nosotros, hemos influido y gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño.

En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho. ¡Dios mío!, ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho cómo había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo.

Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general...Sólo porque parece que a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente.
Paz, amor y comprensión.
Kurt Cobain.

Frances y Courtney, estaré en su altar. Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. ¡Las quiero, Las quiero!


Esta es la carta, sin fechar, que Kurt Cobain, el cantante y guitarrista del grupo grunge Nirvana dejó antes de quitarse la vida en 1994. Sus últimos años fueron una lucha constante contra la enfermedad, la heroína y la depresión. Nunca supo llevar bien la fama y la presión que esta supone y finalmente decidió tomar un atajo y se pegó un tiro en la cabeza con una escopeta. Tenía tan solo 27 años y entró de lleno en el selecto Grupo 27, ese que acoge a las grandes estrellas de la música que murieron trágicamente a esa corta edad. En la foto que abre el artículo lo vemos imitando la portada del famoso álbum de Nirvana "Nevermind" (1991) en el que un bebe buceaba en una piscina atraído por un billete de un dolar y al que pertenece su tema "Smells like teen spirits" que os dejamos a continuación:









La carta fue incluída originalmente en nuestra página de facebook  por Celia Valdelomar Codejón.

Las imagenes han sido tomadas de las siguientes páginas:
1.- https://es.pinterest.com/pin/507780926716205935/